Mamá de Teo | Adaptaciones | Autismo

View Original

Control de esfínter y autismo

Este es uno de los temas que mas me preguntan las mamás y es un tema difícil de abordar cuando hay tanta presión social por cumplir ciertos hitos en edades específicas.

Lo que van a leer aquí no es guía de cómo dejar los pañales, lo que aquí les cuento es solo mi experiencia y de ella aprendí que se puede, pero a su tiempo.

El primer intento:

Aquí fue cuando apliqué el “método“ tradicional para QUITAR los pañales. Teo tenía 2 años y medio, aún no teníamos el diagnóstico, pero ya lo sospechábamos, aún así lo inicié con total ignorancia.
Hice todo lo que dicen en internet, los especialistas, las otras mamás, etc… Compré calzones lindos con sus personajes favoritos, compre adaptador de baño, le compramos una bacinica muy bonita y comenzamos!.

>> Te puede interesar: Libros adaptados para niños con necesidades educativas especiales, envíos a todo el mundo.


Le anticipé verbalmente lo que iba a pasar, le mostré sus nuevos calzones, su bacinica, su adaptador y ella poco le interesó el tema, en realidad, no entendió lo que pasaba hasta que le quité su pañal… Fue un terrible error! Teo no estaba lista, ni para avisar, ni para sentir su cuerpo, ni para entender este tremendo cambio, cada vez que se hacía pipi ella lloraba inconsolablemente, gritaba, imagínense cuando se hacía del 2… así que al segundo día aborté el plan y decidí esperar un año más… para Teo fue un alivio.

El segundo intento:

Teo tenía 3 años y medio. En esta edad yo ya tenía el diagnóstico de “Trastorno del desarrollo no especificado“ (así lo llamaban en ese tiempo), yo ya tenía una pequeña formación en autismo y un poco de conocimiento en trastorno de procesamiento sensorial. Así que comenzamos otra vez!
Esta vez hice toda la anticipación, le preparé el baño, armamos juntas su cajón para guardar su nuevos calzones y ella aceptó feliz quitarse el pañal… pero que pasó? Teo, tenía (aún tiene, pero mas controlado) hipersensibilidad al agua, cada vez que le caía agua de sorpresa a ella le causaba dolor y respondía con llanto y gritos, entonces cada vez que se hacía pipí ella lloraba y se dio cuenta que para no sentir correr el pipí en sus piernas y evitar ese dolor, ella podía aguantar (lo que me pareció genial en un comienzo). Pero ella comenzó a aguantar por horas, incluso cuando la ponía en el baño no hacía, hasta que un día ella solo lloraba de dolor… ya no era un dolor sensorial, era un dolor físico que le estaba causando el aguantar el pipí y me dí cuenta que si seguía así le iba causar una infección urinaria. Así que aborté de nuevo!
Ella podía aguantar, pero eso no era suficiente… me volví a equivocar, me salté pasos para que lograra entender lo que realmente queríamos lograr.

Tercer intento:

Esta vez decidí que sería a su ritmo 100% y que lo haríamos muy lento, una como mamá tiene que tomar conciencia de esto y meterse bien en la cabeza que si bien es un paso muy importante, no es lo más importante para nuestros hijos, por lo cual tenemos que hacerlo a su tiempo, presionamos? si, pero con amor y bien consciente que el desarrollo de nuestros hijos es diferente al “típico“. Teo tenía casi 4 años, era invierno… y comenzamos.
- Primero que nada cambié todos los pañales a esos tipo calzón, que se suben y bajan.
- Luego comencé a cambiarle el pañal en el baño y tirábamos la caca por el water, cada vez que se iba decíamos “chao caca“, así ella entendió a donde se tiene que ir la caca, además fue divertido para Teo ;)
- Cada vez que tenía su pañal mojado yo le modelaba “pipí“ o “caca“, es algo que le repetía mucho… y ella comenzó a avisarme cada vez que su pañal estaba sucio o mojado (o sea, después de). Con esto me aseguré de que ella entienda de que el avisar causa un efecto en mamá, que si ella me dice eso tenemos que ir al baño y que se sentiría mejor después de cambiar el pañal.
- Luego lo que empecé a hacer es que cuando me avisaba yo la llevaba al baño y la sentaba un ratito en el water para ver si había un poco más de pipí, al principio no le gustaba mucho, pero como vio que era solo un ratito, ella fue tomando confianza. Le puse en el baño un canasto pequeño con juguetes y un par de libros, para ayudarla a esperar.
- También jugabamos a que sus animales (no le gustaban mucho las muñecas) iban al baño y los limpiábamos. A Teo le gustaba mucho Elmo, así que también veíamos estos videos: Canción de “Elmo va al baño“ y Esta película de “Elmo va al baño”, me imagino que hoy después de 7 años deben de haber muchos más videos sobre el tema.
Y así estuvimos todo el invierno… hasta que llegó la primavera.
Antes de primavera Teo comenzó a despertar con el pañal seco, esa fue una gran señal y supe que se acercaba el momento, así que esperé hasta mitad de primavera y comenzamos!
- Le mostré sus nuevos calzones y que ahora decíamos “chao pañal“, sacamos los pañales de su habitación y guardamos en su cajonera todos sus calzones.
- Pegué en el piso, desde afuera de la puerta del baño un camino con scotch de color fucsia (bien vistoso), este camino la llevaba directo al water, así parecía más como un juego y además le ayudaba a recordar el camino al baño :). He buscado estas fotos por todos lados, pero no las logro encontrar, pero es bien simple de hacer (les dejo este ejemplo en la foto que hicimos para jugar a la casita).
- Quitamos el pañal de día y luego de una semana quitamos el de la noche, ya que Teo ya amanecía con el pañal seco.
- Le puse ropa muy cómoda y fácil de subir/bajar.
-¿ Tuvimos accidentes? Si! Es normal, estábamos aprendiendo a vivir sin pañal… lo que más le costaba a Teo era el conectar la sensación “de ganas” con el comunicar, así que la llevaba cada 45 min a sentarla un ratito en el baño y cada vez que hizo en el baño yo le di un premio, no se si esto esta bien o no, utilizamos los premios por una semana aproximadamente empezando de más a menos, con un peluche pequeño de jirafa, luego con pequeñas jirafas de goma, luego con stickers, después con jirafas impresas del computador, luego con dibujos de jirafas que le hacía mamá (si, mi Teo era fanática de las jirafas) y hasta terminar solo con un “muy bien!“.
- Intentamos tomar cada accidente de manera muy relajada, enfocándonos mas en su molestia sensorial que en lo mojado que podía dejar el piso y le seguía modelando mucho para que ella repita “pipí”,“pipí”… o “caca“, de manera positiva.
- Para la caca, yo estaba pendiente de su cara todo el día jaja, si la veía un poco tensa la llevaba al baño, hacía y luego decíamos “chao caca“… o sea, nos despedíamos de ella igual como cuando la sacábamos del pañal.
- Y así pasaron los días, salíamos solo a lugares cercanos o a donde tuviéramos confianza con los dueños de casa, siempre con un bolso de ropa extra y en el auto teníamos una bacinica de emergencia… solo la usamos un par de veces.
- Hasta que un día ella empezó a avisar cuando tenía ganas de pis o ca, fue un tremendo logro! Fue una sorpresa gigantezca! Y ese verano, a los 4 años y medio, mi Teo dejó definitivamente el pañal :).

Como ven fue un proceso largo, en donde me equivoqué, en donde aprendí que el pañal no se quita, el pañal se deja, en donde tenemos que estar atentos a las señales que nos pueden ayudar a saber si el niño está listo o no para este gran paso, conocer el perfil sensorial para no causar algún trauma, asegurarnos con alguna técnica de comunicación para que nuestro hijo pueda avisarnos (si no verbaliza, que nos muestre con la manito, con algún dibujo, crear alguna señal juntos que sea fácil de realizar y entender, etc), utilizar el baño de manera positiva, sentarlos en el water a ratitos con la tapa cerrada para que se acostumbren (ojalá antes de iniciar el proceso), con un piso en los pies para que no les queden colgando, llevar un par de juguetes o algo que les guste, yo le decía a Teo “mamá se va a lavar los dientes, tu me esperas sentadita aquí…” y así de apoco. Y mi consejo más grande, es no bajar los brazos, creer en ellos y por supuesto respetar sus tiempos.